Ella es Flor Ochoa Velásquez, originaria de Coatepeque, Quetzaltenango, cuenta con 28 años de edad y es parte del equipo de Coordinadores del Programa Agropecuario desde hace 10 años.
La motivación más grande que Flor nos comparte de formar parte de FUNDAP es aportar a generar cambios radicales en muchas familias, ya que por medio de su trabajo se logra llegar a las personas que realmente lo necesitan, y que gracias al apoyo de muchas instituciones se establecen los proyectos en las comunidades que se identifican más vulnerables.
Una de las experiencias más satisfactorias que nos puede mencionar Flor es que las personas a lo largo del proyecto logran cambiar la forma de pensar y de actuar, adoptando nuevos hábitos que les benefician en todos los sentidos. Como mujer, uno de los retos más grandes que ha encontrado, es que algunos productores han dudado un poco por el hecho de ser mujer, pero que en el proceso de formación ha podido demostrar que puede ayudarles a mejorar, logrando la confianza en sus habilidades.
Flor nos comenta que de lo que más valora de su labor diaria es el apoyo mutuo y la amistad, la confianza que existe para que los colaboradores realicen sus actividades, como la que se encuentra en las comunidades cuando se recibe al personal de la Fundación, eso hace referencia a que el trabajo se está realizando bien.
Seguir generando oportunidades es de los sueños más importantes para Flor, además de llevar nuevas ideas, aprovechando bien los recursos recibidos y que las personas se sientan satisfechas de lo que están logrando.
Para encontrar el sentido de la vida, sentirse pleno y satisfecho con sus acciones diarias, se debe de empezar a pensar y servir a los demás, y eso es lo que hacemos en la Fundación. Para terminar, y con mucha humildad, Flor nos comparte que antes de cualquier interés personal están los de las personas con quienes trabajamos.

