Memoria de Labores 2023

“La institucionalidad en FUNDAP”

FUNDAP, como cualquier organismo social, se rige por normas que devienen de la experiencia y de los conocimientos adquiridos en el tiempo; para el caso de la Fundación, más de cuatro décadas de servicio en el país.

La Fundación, como entidad responsable y respetuosa del marco jurídico de la Nación, ha establecido institucionalidad en su labor; es así como ha pervivido y perseverado en el tiempo, basada en esa indiscutible guía que son sus valores y su propósito “institucional”.

En general, hay institucionalidades de carácter interno para entidades como lo es FUNDAP, como también las hay para un país como Guatemala.

Lo importante a considerar es que, así como son las instituciones las que hacen viable el estado de derecho en un país, de igual manera es la institucionalidad, fundamentada en sus valores y visión, la que hace posible la permanencia de FUNDAP.

Y es que las instituciones son los patrones de comportamiento para que las personas convivan de forma humana y respetuosa. Por lo tanto, estas deben funcionar de manera estable, permaneciendo en el tiempo y siendo respetadas por todos los ciudadanos. Estos son los mismos conceptos que aplican para la institucionalidad de FUNDAP.

Para mejor comprender el significado de “institución”, podemos compararlo con las reglas del juego que rigen una contienda deportiva; no podríamos imaginar un juego de fútbol, por ejemplo, sin unas condiciones previas aceptadas por todos los jugadores. Para ello se instituye que la pelota debe ser redonda, que debe haber una portería de tales medidas, que son once jugadores por equipo y que hay un árbitro que ordena el juego.

El riesgo es que si no existe institucionalidad se puede llegar a la arbitrariedad, algo que suele suceder cuando las decisiones no se apegan a las reglas. Cuando no se rigen las personas por las normas y reglas que estipula la institución.

Hace cuatro mil años Aristóteles, en su enseñanza sobre Política dejó manifiesto: “El que no puede vivir en comunidad, o no necesita nada por su propia autosuficiencia, es una bestia”; y con esta sentencia nos legó una enorme contribución a la humanidad al definir que la justicia, el respeto a la ley, la seguridad, la educación y los valores, son los bienes que constituyen el fin de la vida social; todo ello para que la persona pueda alcanzar la felicidad, su fin último.

De tal manera que el hombre organiza la sociedad en la que cada quien asume sus tareas, y de esa manera se va estructurando un sistema de convivencia mediante las instituciones que establecen los principios para la vida en común, en comunidad.

Es en estos principios en los que FUNDAP sustenta su institucionalidad, base para su servicio y para su orden interno. Cualquier entidad, como la misma vida en sociedad, requieren de la autoridad para lograr su eficiencia; y esta autoridad a su vez se sustenta en los valores que guían el espíritu.

Por tanto, la institucionalidad de FUNDAP es de fundamental importancia y debe ser estimada como un patrimonio compartido. No es efímera, pues ha incidido y sigue incidiendo de manera significativa en el comportamiento de las personas que en ella colaboran como también en los beneficiarios, que a lo largo de más de cuatro décadas han sido servidas en los diferentes programas que ésta ofrece.

Una institución es tanto más fuerte cuantos más medios tenga para obtener sus fines y defender sus valores, para lo cual se requiere que tanto los colaboradores de la entidad, como los beneficiarios de la misma, obedezcan y compartan las razones y los fines de la tarea común. Ello es institucional.

Siempre se ha reconocido que la institución básica de la sociedad es la familia, constitutiva del hogar como lugar en que la persona crece y se relaciona. Otra institución es la economía, que mediante el trabajo y sus instrumentos permite a la persona lograr los medios para satisfacer sus necesidades. Otra institución importante es el sistema educativo, que capacita a la persona para desempeñarse en sociedad de manera humana, dotándole de una profesión. Otra es la salud, fundamental para la vida. Y es en todas estas en las que FUNDAP colabora, sirviendo a la sociedad y a la promoción de la vida comunitaria.

Conviene, por tanto, fortalecer a la Fundación como una institución, lo que se logra en la medida que se fortalezcan y cumplan los valores que la sustentan, y que tienen su raíz en la experiencia y el conocimiento adquiridos y validados por muchas personas que en ella participan y han participado durante muchos años.

“La acción humana comienza con una intención”

Haciendo referencia hacia unos años atrás (retornando a la niñez), casi todos recordamos la historia de Aladino, ese personaje que se encuentra con una lámpara maravillosa de la cual, al frotar con vigorosidad, surge un genio que tiene la capacidad de cumplir cualquier deseo. Al paso del tiempo lo real es que nos damos cuenta que no existen ni lámparas mágicas, ni tales genios, eso nos deja el deseo encerrado dentro del interior de cada uno de nosotros. De este ejercicio imaginativo surgen preguntas interesantes, ¿Qué pasaría si los deseos pudieran hacerse una realidad? ¿Qué deseo para mí? ¿Qué deseo para los demás?, entre tantas preguntas más.

Cada quien tiene sus deseos personales que pueden ser tan edificantes o destructivos como se piense. Es muy significativo cuando desde esa introspección se proyecta el deseo hacia los demás, eso involucra una conciencia de vida en la que llevamos a cabo una interacción con los demás, es un reconocer que todo lo que hagamos tendrá un impacto en los demás, en algunos casos para mal y lo deseado es que sea para bien.

Entender esa proyección hacia afuera es importante, ya que cada forma de vida tiene una función que realizar, es hermoso observar lo exuberante de una flor o la importante altura de un árbol; somos parte de una red compleja que hace posible la vida. En ese tejido sólido pero intrincado que hace tanto por todos, es extraordinario pensar que existen pensamientos y sentimientos en común y que con estos se puede formar parte de un equipo de personas con deseos comunes hacia los demás, pensemos en que organizarse con deseos en común es una función muy específica del ser humano.

Es en este momento donde se pasa a ser parte activa de la magia que hace posible lo que para muchos pueden llamarse milagros, porque de ese deseo surge lo que llamamos “compromiso personal”. La acción humana comienza con una intención, abrazar todos los elementos necesarios para que cada persona pueda hacer su función dentro de esa intención hacia los demás, creando una estructura que lo organiza y ordena. A esa estructura la llamamos institución y a esta le ponemos un nombre que pueda expresar en muchos casos un deseo.

FUNDAP es un nombre que expresa muchos deseos y dentro de ella hay muchos genios que forman parte de esa lámpara mágica que, con sus intenciones convertidas en trabajo, día a día transforman la vida de muchas personas, empezando por nosotros mismos. Todas las actividades que se realizan día con día en FUNDAP se pueden ver reflejadas en nuevas oportunidades para nuestros beneficiarios; con las cuales, también nosotros vamos siendo cada día mejores personas.

Continuando con la analogía de “Aladino”, la magia y el poder de la intención surge de un deseo soñado con unas simples preguntas que vienen desde dentro. ¿Qué deseo para los demás? ¿En qué les puedo ayudar? ¿Qué necesitan para sentirse amadas, queridas, valoradas? ¿Quién se preocupa por estas personas, que en nuestro caso son las vulnerables de la sociedad? Y esas preguntas solo pueden ser tan poderosas cuando, en palabras simples, deseo al otro lo que deseo para mí, y solo en ese punto se puede generar la intención de hacer lo necesario para que las cosas ocurran.

Es evidente que es un camino de compromiso y responsabilidad, “un proyecto de vida personal”, la habilidad para responder no siempre se acompaña de la intención original, simplemente es una habilidad que consiste en responder con acciones concretas; el compromiso va más allá, porque siempre lleva consigo la intención trascendente.

Las alianzas son para nosotros esos valiosos amigos que nos apoyan para materializar el trabajo realizado, tenemos un sentimiento profundo de agradecimiento a nuestros donantes e instituciones que de muchas formas se convierten en pilares para sostener nuestras acciones. Todos los que formamos y hacemos posible FUNDAP sabemos la importancia de reinventarnos en muchos aspectos de la vida, porque es una forma efectiva de superarse a sí mismos como personas, porque eso logra la mejor versión de cada uno de nosotros, que unidos suman y hacen de FUNDAP una lámpara mágica con un genio lo suficientemente motivado y comprometido para que sus acciones hagan volar muy alto los deseos de que, cada día, nuestros beneficiarios tengan las oportunidades a las que todo ser humano tiene derecho.

Damos gracias a Dios por otro año de labores, por nuestros colaboradores, nuestros beneficiarios, por todas las instituciones que nos apoyan para poder generar oportunidades para las personas que nos necesitan, por las que trabajamos día con día. Somos FUNDAP y nuestro compromiso está con nuestra Misión y nuestra intención está en nuestra Visión.