GLEYSI PÉREZ, FUNDAP Educación

Gleysi puede con todo. Empezó en FUNDAP estudiando Repostería, Diseño y Patronaje, pero en la pandemia tuvo que dejarlo porque su madre veía importantes aprender oficios domésticos. Sin embargo, su vida cambió en 2022 con el taller Expresión. De aquí pasó a ser Alumni y, tras una pasantía, actualmente labora como Asistente administrativa y Digitalizadora en Centro Técnico Expresión.

Mi nombre es Gleysi Pérez, tengo 21 años de edad y vivo en Cantón Xecaracoj, una de las comunidades del Valle de Palajunoj de Quetzaltenango.

Vengo de una familia con valores y principios que nos han ayudado a crecer como persona; mi padre hace algunos años emigró a otro país y mi madre es la persona que siempre me ha acompañado y apoyado en todo. Tengo dos hermanos mayores, quienes han sido mi motivación para salir adelante.

En el año 2013 conocí la Labor el refugio, cuando estaba en primaria. Como me quedaba muy cerca de casa, me gustaba ir a la biblioteca para realizar mis tareas. Poco tiempo después, cuando cursaba tercero básico, colaboradores de FUNDAP llegaron al instituto donde estudiaba para presentarnos la oportunidad de estudiar un curso técnico; esta oportunidad para mí fue muy emocionante, así que ese día fui casa y le comenté a mamá que quería aprovechar esa beca, ya que esta me ayudaría aprender y desarrollar nuevas habilidades y capacidades. De esta manera mis padres, me brindaron todo su apoyo durante mi proceso de formación en el curso de Repostería.

Meses después, al estar estudiando Repostería, también me llamó mucho la atención el curso de Diseño y Patronaje, así que decidí inscribirme por mi cuenta. Para ese momento estaba cursado 2 carreras técnicas y me sentía muy contenta, porque pude descubrir todos los talentos que no tenía idea que poseía.

En el 2020, debido a la pandemia y las dificultades que esta presentó, solo pude culminar el curso de repostería profesional. En ese entonces ya no continúe con mis estudios a nivel diversificado, puesto que a mi madre le parecía más importante que aprendiera oficios domésticos como cocinar y realizar las labores del hogar, debido a las costumbres que aún predominan en la comunidad.
Tiempo después, en el año 2022, llegó una oportunidad laboral a través de la Escuela Taller Expresión, y decidí tomarla dado que como ya no estudiaba ni trabajaba estaba en la disponibilidad; fue una grata experiencia, porque durante 2 meses en los que apoyé con mano de obra aprendí a realizar diferentes prendas de vestir y relacionarme con los clientes.

Durante mi estadía en la Escuela Taller, llegó a mí la oportunidad de realizar una práctica laboral como Alumni allí mismo. Para optar a esa plaza envié a la unidad de recursos humanos de FUNDAP mi CV, sin embargo, al no contar con algunos documentos, el lapso de tiempo para enviarlos había terminado y la plaza días después ya había sido otorgada a otra compañera. En ese momento me sentí muy triste, pero seguí trabajando esporádicamente confeccionando prendas de vestir.

Pasadas algunas semanas me llegó un correo electrónico de Recursos Humanos en donde indicaba que el proceso de selección de ALUMNI aún estaba vigente, así que el personal le dio seguimiento a mi proceso y tuve algunas entrevistas. Fue entonces que el 15 de abril del 2022 recibí una llamada nuevamente de recursos humanos; ese día la colaboradora, con mucho entusiasmo, me indicó que debía presentarme a las oficinas de Control Académico del Centro Técnico y comenzar a vivir la experiencia de poseer un trabajo formal. En ese momento tenía solamente 19 años, pero a pesar de mi edad sabía que sería una oportunidad para aprender.

Durante el año en que trabaje como Alumni mejore mucho en el ámbito comunicativo pues, hablar con otras personas o en público me resultaba muy difícil, sin embargo, al llevar a cabo varias actividades como asistente de Control Académico empecé a adquirir mayor seguridad a la hora de comunicarme con otras personas, además de tener responsabilidad al manejar papelería confidencial.

Pasado ese año el plazo como Alumni finalizó y en ese momento me sentí muy triste porque ya no estaría más en FUNDAP, el cual se había convertido para mí en mi segundo hogar. Pero, sin saber lo que la vida me depararía después de 1 mes, recibí una llamada nuevamente de Recursos Humanos, en la que me indicaron que debido a mi desempeño como Alumni, tenía la oportunidad de aplicar a la plaza de Asistente administrativa y Digitalizadora en Centro Técnico; emocionada, se lo comenté a mis padres, quienes me ayudaron a tomar la decisión de llevar el proceso de selección. Días después me contactaron nuevamente para darme la noticia que había sido seleccionada y así fue como, hasta la fecha, me encuentro desempeñando dicha labor con entusiasmo y aprendiendo cada día a tomar mejores decisiones. Le agradezco mucho a FUNDAP por confiar en mi potencial e instarme a ser un ejemplo de superación para los jóvenes de mi comunidad.

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